Soy
una enamorada de la música y hay canciones que me han marcado en mi vida como “Ain’t
no mountain high enough” (No hay montaña lo suficientemente alta). Es una canción que me recuerda a mi madre, pues me la
cantaba para demostrarme que su amor llegaría hasta la cima de las montañas. Lo
que creo que no se dio cuenta, es que al mismo tiempo me decía “hija, tú puedes
llegar hasta la cima de la montaña más alta porque ahí también estaré apoyándote”.
“El hombre vive siempre hacia
adelante, en la confianza y el deseo de que el objetivo trazado llegara a
cumplirse algún día” (Enrique Rojas, La Ilusión de Vivir)
Seguro
que tú también tienes ilusiones y cimas que alcanzar. Y no hay mejor momento para plantearse esos objetivos y proyectos emocionantes que el
inicio de un nuevo año.
Probablemente,
como yo, el 01 de enero te dijiste “este
año será totalmente diferente, voy a hacer grandes cosas como, conocer ciudades
espectaculares, ser muy buena deportista, comer saludable, ser pianista… 2016 que se
venga con todo!”
Y
así.. empezamos este nuevo año con muchas ganas. Pero… ¿qué pasará cuando termine nuestro
año? ¿Lograremos todo eso que nos propusimos? o ¿Al menos nos mantendremos firmes
por 6 meses? ¿un mes? ¿15 días?.
Nos
cuesta muchísimo cumplir con nuestros propósitos. Y entonces nos decimos, “ufff
para qué me planteo metas y objetivos si al final para mí son imposibles de
cumplir”. Y somos nosotros mismos quienes nos cerramos las puertas a esos
cambios tan esperados en nuestra vida.
¿Realmente
hemos hecho todo lo posible por cumplirlos?
Nadie
aprendió a caminar pensando en que tenía que dar 1 millón de pasos ¡No! Pensando
así nos hubiéramos quedado gateando seguro. Sin embargo, estoy segura que hemos
andado más de esa cantidad de pasos.
No
pienses que tu objetivo es demasiado grande que es imposible de lograr.
Es
hora de enfocarnos en lo posible, en aquello que está a nuestro alcance. ¿Quieres
irte a estudiar al extranjero? Pues empieza por buscar algo que te encantaría
aprender. ¿Quieres viajar más? Escoge el lugar.
Juan
Fernando Campos, coach personal y profesional, tiene un concepto muy
interesante que nos puede ayudar a cumplir con nuestros objetivos y es ARPA:
Actos Ridículamente Pequeños Alcanzables. Básicamente es dar esos pequeños pasos que son
tan ridículamente pequeños que podemos hacerlos.
¿Quiero bajar de peso? Qué tal si hoy me como
un pan menos. ¿Quiero ahorrar más? Y si me tomó un café y no dos como suelo
hacer. ¿Quiero tomar más agua? Hoy me tomaré un vaso más. ¿Quiero subir una montaña
alta? Empezaré con el monte más bajito que encuentre. Fácil ¿no?
¿Qué
tal si todos los días hacemos un ARPA? Veremos cómo conectando nuestros
pequeños pasitos vamos alcanzando
nuestra cima.
“Tener ilusión es estar vivo y coleando, programar objetivos, soñar con sacar lo mejor de uno, crecer ante las dificultades y llegar a esta cima que de joven uno se planteó" (Enrique Rojas, La Ilusión de Vivir)
Espero
que en este 2016 te mantengas muy ilusionado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario